Apoyo a otras iniciativas: Un relato sobre Gatlang

Alba Bueno Pérez es una chica de 14 años que ha escrito un relato maravilloso para un concurso sobre una niña de Gatlang, y nos ha gustado tanto por lo que cuenta, y como lo cuenta, que no hemos podido evitar compartirlo con todos.

ORCHE*

En aquella remota aldea de Nepal llamada Gatlang, unos grandes ojos vivos rastreaban el horizonte hasta perder de vista a aquellos jóvenes extranjeros.

Shyla había vivido con ellos unos maravillosos meses. Sus amigos, voluntarios y voluntarias de un lejano país, venían todos los años para ayudarles a reconstruir y reparar sus casas destruidas por un terremoto en 2015, lo cual afectó a muchas familias.

Pero lo que más ilusión le hacía a Shyla, era la nueva escuela. Por fin, después de un largo tiempo, estaba acabada; allí encontraría todos esos libros que hasta ahora no había podido saborear, ya que no disponía de recursos para leer.

Ella era la mayor de tres hermanos, y en su cultura los primogénitos son los únicos que pueden aprender a leer y a escribir; los segundos cuando llegan a una cierta edad van a un monasterio y se hacen monjes; y el resto de los hermanos ayudan a las tareas de la casa y el campo.

Shyla recordaba cuando cada año, veía a lo lejos llegar un pequeño vehículo de color verde con cinco voluntarios que venían desde España. Todos los niños y niñas corrían muy felices a recibirlos, y los mayores invitaban a los amigos extranjeros a comer en sus casas porque venían exhaustos. Se acordaba de las bromas y los buenos ratos que pasaba con Ignacio, con Judit, con Belén… y tantos más.

Días después, también recordaba cómo comenzó a descubrir historias a través de libros, pero le costaba bastante porque, aunque en su familia sí que contaban muchas -de abuelos, a padres, a hijos…- eran de forma oral.

Pasaba el tiempo y cada día le gustaba más. Shyla deseaba que llegasen de nuevo, como cada año, los voluntarios cargados de libros donados para aumentar su pequeña biblioteca.

A la vez que leía, descubría el mundo sin viajar: unas veces lloraba, otras reía, otras temía… así hasta que se terminaba cada libro. Le pareció el mayor descubrimiento de la vida y tenía que compartirlo con sus hermanos pequeños.

Años después, con mucho esfuerzo de sus padres, ya que al principio no se lo podían permitir, consiguió ir a la universidad, con la que en muchas ocasiones había soñado.

Quería ir a ese lugar para conocer gente, y poder ayudar a leer y a escribir como a ella la habían enseñado.

Cuando entró en aquella universidad estaba eufórica, ya que había una gran biblioteca y pensaba: “¿Cómo es posible que haya tantos libros?” Ella nunca había imaginado que pudieran existir tantos millones de letras juntas, porque no estaba acostumbrada a ver tanta variedad de libros.

Por fin, después de cuatro largos años, consiguió la carrera de Magisterio y fue a celebrarlo a Gatlang con su familia y amigos. Los voluntarios que iban de vez en cuando, se pusieron muy contentos por la gran noticia y organizaron una gran fiesta para la niña de grandes ojos vivos y mente abierta, que ahora era una gran mujer.

*Orche (significado): “Gracias” en lengua tamang (Nepal).

Bueno Pérez, Alba 2o ESO C”

Enhorabuena Alba.