URBANISMO Y PAISAJE
Gatlang es un pequeño pueblo ubicado en la cordillera del Himalaya, y cuyo origen se remonta al siglo XIII cuando un grupo de gente proveniente del Tíbet decidió construir un nuevo pueblo cerca del lago Aamachhodingmo, considerado por ellos un lago sagrado. Posteriormente en el siglo XIV se fundo otro pueblo hacia el noreste y a menor altitud y que podemos considerar como el actual Gatlang. Actualmente cuenta con una población de alrededor 1500 personas en 300 casas, algunas de ellas construidas hace cientos de años.
Gatlang es un pequeño pueblo ubicado en la cordillera del Himalaya, y cuyo origen se remonta al siglo XIII cuando un grupo de gente proveniente del Tíbet decidió construir un nuevo pueblo cerca del lago Aamachhodingmo, considerado por ellos un lago sagrado. Posteriormente en el siglo XIV se fundo otro pueblo hacia el noreste y a menor altitud y que podemos considerar como el actual Gatlang. Actualmente cuenta con una población de alrededor 1500 personas en 300 casas, algunas de ellas construidas hace cientos de años.
Su economía está basada en la agricultura, lo que influye claramente en cómo conciben el concepto habitacional de una vivienda y su urbanismo, entendiéndose la vivienda como un espacio para dormir y cocinar y no destinado a otras tareas ya que pasan gran parte del día en el exterior encargándose de los cultivos. Las casas combinan una envolvente de piedra en tres de sus lados que funciona como muro de carga, y una estructura interior de pilares y vigas de madera. Su disposición es en hilera siguiendo el típico sistema de viviendas adosadas con muros medianeros compartidos, esto les permite salvar el considerable desnivel del terreno y poder disponer de un patio delantero para cosecha o animales.
Foto aérea de Gatlang, 2018.
El terremoto de 2015 afectó considerablemente a Gatlang, especialmente a la zona de menor altitud, donde la gran mayoría de las casas quedaron completamente destruidas. Este terremoto ha supuesto un agente modificador de su urbanismo y paisaje que la población aún no ha sido capaz de recuperar. La necesidad de una alternativa habitacional a las antiguas construcciones y el peligro por colapso que suponen la mayoría de ellas a la hora de usar las construcciones afectadas ha obligado a pasar a una situación donde el crecimiento, y reconstrucción, incontrolada se produce siguiendo el concepto de autoconstrucción como mecanismo para afrontar la crisis habitacional, creando en la periferia del pueblo grupos de viviendas en zonas anteriormente dedicadas a cultivos, donde muchas veces carecen de la pendiente y compactación necesarias en el terreno como para poder construir correctamente, o construyendo infraviviendas de chapa, o ladrillo, dentro de la trama original mediante la ocupación de los patios delanteros de las casas afectadas. Estos patios, que antes estaban destinados a albergar el baño con un pequeño cultivo y/o animales, pasan a ser un espacio destinado a infravivienda, empobreciendo más a la familia y limitando su capacidad económica en una economía de tipo agropecuaria.
Plano de Gatlang, a la izquierda las viviendas principales de cada parcela, a la derecha en rojo las infraviviendas construidas como respuesta a la emergencia habitacional por el terremoto de 2015.
Además, la ayuda del gobierno no se basa en apoyar una iniciativa popular basada en el empleo de los recursos locales y la arquitectura propia de los Tamang, sino en la concesión de créditos para la reconstrucción de viviendas mediante hormigón y ladrillo, suponiendo métodos constructivos desconocidos para los Tamang, con la consiguiente deficiente calidad de la ejecución de las construcción, y la pérdida de la imagen e identidad paisajística propia de su arquitectura y que durante tantos años fue una de las cualidades a destacar de su cultura.
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