PIEDRAS MANI
Mani: Joya/Altruismo infinito
Las piedras Mani son una de las formas más habituales de oración dentro del budismo, provienen de la tradición budista tibetana en donde son agrupadas en muros o montículos, es frecuente encontrarlas en Nepal y en especial en Gatlang formando chortens y muros a lo largo de los caminos Estas piedras son lajas de piedra de esquisto o filita grabadas con el mantra Om mani padme hum, oración dentro del budismo que ofrece protección y salud, es el mantra del buda de la compasión Chenrezig y su significado en sanscrito es “La joya del loto” debido al significado del loto dentro de la cultura budista, ya que Buda apareció con una flor de loto en la mano una vez alcanzó la iluminación. La flor de loto crece en zonas con agua, sus raíces se encuentran en el barro, el tallo a lo largo del agua y la flor fuera del agua iluminada por el sol, es esta estructura de crecimiento la que se asocia con el budismo, siendo el barro el materialismo, el agua la experiencia para salir de ello y el sol brillante la iluminación.
Mantra «Om mani padme hum» grabado en piedra
Una descripción bastante buena de la importancia de este mantra lo encontramos en el libro El leopardo de las nieves de Peter Matthiessen “Pero los fieles creen que la invocación de cualquier deidad mediante su mantra consigue atención benevolente y, dado que OM MANI PADME HUM está dedicado a Chenrezig, el Gran Misericordioso, se le encuentra inscrito en piedras, ruedas, estandartes o banderas, y también en rocas por todo el Himalaya budista”. El simple hecho de tallar estas piedras se considera una manera de meditación y su finalidad es estar en espacios abiertos ayudando a los peregrinos en su viaje. Su mantra se compone de seis sílabas con diferentes cualidades. Cada una de ellas ayuda evitar reencarnaciones dentro de los seis reinos, purifican el cuerpo, el habla y la mente y además evocan a las seis virtudes principales que son la generosidad, la paciencia, la concentración, la sabiduría, la educación y la ética. Es gracias a todo lo anterior que es considerado uno de los mantras principales del budismo, ya que condensa todas las enseñanzas de Buda.
Uno de los orígenes que se le atribuye a este tipo de trabajo en piedra se encuentra en la religión Bon, religión animista originaria del Tíbet y que influyo considerablemente en el budismo hasta el punto de ser considerada a día de hoy una de las cinco escuelas del budismo tibetano.
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